La Navidad siempre ha estado asociada a la magia, las leyendas y la tradición. Y, sin duda, a personajes mitológicos. El más conocido internacionalmente es Papá Noel, como un afable anciano que viaja por el mundo para dar regalos a los niños en Nochebuena. Su origen es escandinavo pero ya traspasó fronteras durante décadas, convirtiéndose en un símbolo indiscutible -incluso de condecoraciones y deseos- en estos días. Sin embargo, figuras similares a Papá Noel abundan en todas las culturas y la gallega no es una excepción. No solo hablamos del Palpador , que cada vez es más popular, sino también de los Trubincos , duendes muy inquietos y exigentes que también bajan por la chimenea en Nochebuena.
El antropólogo que dio a conocer esta figura mitológica fue Rafael Quintía Pereira en un libro publicado en 2014 y que se hizo eco en la enciclopedia virtual Galicia encantada. Según uno de sus artículos, los Trubincos son originarios de la parroquia pontevedresa de Salcedo . Quintía conoció la leyenda gracias a un vecino de la zona de Cancela, quien describió con precisión las andanzas de estos curiosos duendes. “Son seres míticos cuyo principal entretenimiento es causar líos, enredos y otras travesuras en casa”, apunta el experto, también presidente de la Sociedad Antropológica de Galicia (SAGA). Según la leyenda, los trubincos son muy molestos porque suelen hacer ruido por la noche, esconden objetos y dificultan el sueño.
Pero no son duendes cualquiera, sino que estos se asocian exclusivamente a la Navidad. Así lo explica Quintía, quien describe el carácter exigente de los trubincos. “Se bajan por la chimenea en Nochebuena y si no hay piñas con brea de regalo, se vuelven locas y alborotan toda la casa”, apunta el investigador en su artículo. Por tanto, este ser mitológico gallego, a pesar de sus similitudes con otras figuras navideñas, es mucho menos simpático de lo que cabría esperar. De todas formas, Quintía explica que este tipo de seres, que viven en el imaginario popular, son muy habituales en los ciclos festivos de invierno .
Como sigue señalando el autor, los Trubincos no solo están muy relacionados con la Navidad, sino también con el fuego . Es la única forma de entender que el mejor regalo que pueden recibir son piñas con brea, un excelente combustible para calentar chimeneas. Quintía recuerda que son fechas oscuras, cuando el sol está en su punto más bajo y son muchos los rituales que intentan ayudar al astro rey a renacer. “A partir del 21 de diciembre empiezan a crecer los días, el sol despierta de su letargo”, explica en su artículo. El lento proceso de regeneración terminará con la llegada de la primavera, pero antes habrá visita obligada de los Trubincos. “Hay que obsequiarles con unas buenas piñas cargadas de brea para que ardan bien y brillen mejor en esta época de tinieblas y oscuridades”, concluye.
https://www.gciencia.com/perspectivas/trubincos-figura-mitoloxica-galega-visitara-noiteboa/
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